Las vacunas constituyen uno de los avances más importantes en materia de salud a nivel mundial y son el método más seguro que hay para proteger a los niños y las niñas de enfermedades prevenibles que pueden ser letales para quien la desarrolla.
Sin embargo, para que las vacunas sean realmente eficaces, se debe asegurar mantener en todo momento la potencia inmunológica de los productos biológicos que son sensibles a la temperatura.
Aunque las vacunas contienen elementos preservantes para estabilizar y asegurar la inocuidad, no hay garantía que estas sustancias destruyan los microorganismos que pueden contaminar la vacuna después de ser abierto el frasco. El efecto máximo que se puede esperar de dichas sustancias es minimizar la proliferación de microorganismos. La contaminación microbiana en un frasco abierto de vacuna puede causar una infección en las personas vacunadas.
El objetivo de la aplicación cada dosis de vacuna es realizarla de la manera más estéril posible, de modo que quien sea vacunado, reciba el beneficio de esta sin dañar su salud por el uso de una vacuna contaminada. La tasa de contaminación de frascos de dosis múltiples está entre 0 a 8%, en todo caso la misma depende de algunos factores modificables por el apego a las buenas prácticas en la vacunación. Entre estas:
Las vacunas liofilizadas disminuyen la potencia una vez son reconstituidas, así la potencia de una vacuna en un frasco abierto depende de la estabilidad térmica, por lo tanto, se busca que se conserve la potencia del biológico en los frascos abiertos garantizando que estos viales se almacenen y mantengan:
Por lo antes dicho, el Ministerio de Salud y Asistencia Social a través de la Dirección de Inmunoprevenibles por vacuna, presenta a través del presente documento la política de frascos abiertos que se debe seguir en la aplicación de las vacunas contenidas en el esquema nacional de vacunación que tienen presentación frascos multidosis:
Todas puede ser utilizada hasta 28 días posteriores a su apertura.
La política de las vacunas liofilizadas
Todas puede ser utilizada hasta 6 días posteriores a su apertura.
Cualquier frasco de vacuna que se transporte para uso en el campo y sea abierto, debe ser descartado, independientemente del tipo de vacuna o la cantidad de dosis que quedaran en él. El uso de las vacunas durante los periodos recomendados además depende de que se cumplan las siguientes condiciones:
Se deben abordar dos preocupaciones al establecer una política sobre el uso de vacunas contenidas en frascos abiertos de varias dosis en sesiones subsiguientes:
Potencia. A medida que transcurre el tiempo, la potencia de la vacuna en un frasco abierto depende principalmente de:
La estabilidad térmica de las vacunas liofilizadas disminuye considerablemente cuando se reconstituyen las vacunas con el diluyente.
Inocuidad. La inocuidad de la vacuna en un frasco de multidosis depende principalmente de:
El riesgo de contaminación es mayor en un frasco de multidosis que en uno de una dosis, porque se expone la vacuna repetidamente cada vez que se extrae una dosis.
Nota: En las cajas térmicas de vacunas se deben usar pilas, nunca hielo y evitar que se acumule agua en tanto hay frascos dentro.